sábado, 11 de septiembre de 2010
Robert Plant, Band of Joy (crítica)
Nuevo trabajo en solitario de Robert Plant. En esta ocasión le acompañan Band of Joy, su banda antes de los Zeppelin, y no han perdido el tiempo en absoluto. Su apuesta por un rock moderno y por temas de rock-blues de los años sesenta es más que curiosa. El disco es una rara avis en el mercado musical y por eso, y por lo que os contamos en la noticia extendida, merece, por derecho propio, su sitio en este blog.
Angel Dance
Tema bastante folk que nos recuerda a muchísimos otros de Led Zeppelin. Gran apertura de disco con un tema pegadizo.
House of Cards
Influencia country bastante fuerte para un corte que nos rompe un poco los esquemas y que suena a clásico por los cuatro costados. Las texturas de la voz de Plant nos presentan a un cantante mucho más pleno que en discos anteriores.
Central Two O Nine
Blues al 100%, tal y como se grababa en los 50, con ritmo, feeling y una base rítmica perfecta para engrandecer aún más este tema genial que nos retrotrae a otros tiempos en los que la música no era lo que es hoy. Genial.
Silver Rider
Inicio tranquilo y semi eléctrico para un tema cantado con gran sentimiento. El bridge es un tanto más rockero con un pesado riff de guitarra y unos coros femeninos que nos recuerdan a los temas más clásicos de Zeppelin.
You can´t buy my love
Tema más rockero que los anteriores con un Plant descaradamente a lo Zeppelin del primer disco. Aires retro, bajo a tope y melodía pegadiza para este temazo que te hará bailar con su rock simple y pegadizo.
I´m falling in love again
Medio tiempo blues para un tema de los años 50 para escuchar tranquilamente mirando al mar. Precioso, certero y muy bien hecho.
The only sound that matters
Sones de rock sureño para un tema bastante americano, acústico y con una melodía vocal digna de mención. Gran resultado.
Monkey
Inicio oscuro y digamos casi industrial, dentro de lo que cabe. Tema rockero con muchas influencias del rock más actual y que quizás rompe la línea musical del resto del disco. Curioso.
Cindy I´ll marry you one day
Nuevo inicio con banjo y con sones muy blues. Melodía de las que nos suenan, de las que tenemos todos en la cabeza, de las que enamoran.
Harms Swift way
Toque muy a lo que hace Mark Knopfler en los últimos tiempos. Mezcla perfecta de country, blues y rock para un perfecto single.
Satan your kingdom must come
Inicio un tanto hipnótico para un tema tranquilo que recuerda, peligrosamente, a Scarborough Fair.
Even this shall pass away
Otro posible single, Robert canta a ritmo de batería que luego se convierte en base electrónica. Rock moderno para terminar el disco.
El resultado es un disco tranquilo, con claras influencias del blues de los 50/60 y con ganas de entrar en nuevos territorios musicales. La calma también es necesaria a veces y este disco es recomendable para los fans del metal más extremo, más que nada para saber cómo empezó todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Opeth - The last will and testament (crítica)
Resulta sorprendente que el gran Mikael Åkerfeldt haya decidido tirarse al monte y marcarse un disco conceptual de rock progresivo tal y com...
-
Llevaban Medina Azahara unos años que para ellos se quedan. Una discográfica, la segunda, que les trató como a un grupo de sevillanas, un di...
-
Ya se acabó la espera. El nuevo disco de Los suaves ha sido uno de los mejores regalos rockeros de este primer tramo del año. Lo que espe...
-
Fue el gran Ian Hill el que anunció que Judas Priest habían conseguido los derechos de Rocka Rolla y Sad Wings of Destiny tras años de liti...
No hay comentarios:
Publicar un comentario