Vuelve Tobias Sammet con un disco bajo el brazo y confirmando que es uno de los grandes compositores del metal europeo. Te contamos ya qué nos ha parecido su nuevo trabajo.
Welcome to the shadows
Es un temazo de apertura que lo tiene todo: un gran estribillo, melodía y caña al máximo. Impresionante.
The wicked rule the night (con Ralph Sheepers)
Comienza a paso lento, pero no tarda el riff en demostrar su pegada de metal clásico. Sin duda, es uno de los temas más potentes del disco.
Kill the pain away (con Floor Jansen)
Aunque parece un medio tiempo, a la hora de llegar al estribillo todo cambia para convertirse en un corte tan épico como imprescindible.
The inmost light (Michael Kiske)
Unir a Kiske con Tobias en un mismo tema siempre ha sido sinónimo de éxito. En este tema no iba a ser menos y por ello se convierte en un claro ejemplo de lo que debe ser el power metal. Enorme.
Misplaced among the angels (Floor Jansen)
Una vez más, Jansen confirma que tiene unos registros vocales que impresionan a la primera. Nos encanta el tratamiento de la melodía y cómo han enfocado una balada que tendrá bastante recorrido.
I tame the storm (Jorn)
Vuelve el hard rock clásico con pinceladas de heavy de los 80 en otro de los temas que más te agradarán si eres de la vieja escuela. Superlativo.
Paper Plane (Ronnie Atkins)
Que no falte la melodía, que diría Blackmore, en este medio tiempo con estribillo pegadizo que sirve de transición para el resto del disco.
The Moonflower society (Bob Catley)
Tuve la suerte de entrevistar a Bob Catley y me pareció un señor del rock. Además, es uno de los cantantes más legendarios del género. Su voz ronca, su pasión y una canción hecha a su medida hacen el resto. Nos quedamos con un riff marca de la casa, unos teclados precisos, una letra enorme y, por supuesto, con el dúo de voces que no puede ser más genial. Para escucharlo en bucle.
Rhyme and reason (Eric Martin)
Desde la primera nota sabes que estás ante otro de los grandes momentos del disco. Es un tema complicado, progresivo y con un esfuerzo enorme por parte de los cantantes a la hora de sacarlo adelante.
Scars (Geoff Tate)
Reconocemos que llevábamos ya bastante tiempo sin escuchar a Geoff Tate. Nos ha gustado que mantenga el tono de su voz y que se adapte también a otro medio tiempo lleno de grandes pasajes sonoros.
Arabesque (Jorn y Michael Kiske)
El gran final incluye gaitas, cambios de ritmo, atmósferas diversas y se convierte en una oda al metal progresivo de excelente factura. Está a la altura del disco e incluso lo supera en ocasiones.
Sabemos que a Tobias no se le reconocerá nunca tanto esfuerzo, pero lo que está claro es que en este disco ha confirmado que se niega a vivir de las rentas y que quiere seguir profundizando en su propio estilo. Que sea por muchos años.
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