KK's Priest - Sermons of the sinner (crítica)

Se esperaba con ganas el primer disco del nuevo proyecto de Downing. En términos generales, será un lanzamiento histórico de heavy clásico empañado, curiosamente, por la cerrazón del líder de la banda.

Posteriormente, indicó que iba a dedicarse al sector de los campos de golf y fracasó. También fracasó con un perfume del que nunca más se supo. Terminó vendiendo sus derechos de autor sobre varios himnos de Judas Priest. Mientras que hacía todo lo anterior, se dedicó a reivindicar su puesto en una banda que abandonó voluntariamente. Incluso ahora que Faulkner ha sufrido un gravísimo problema de salud se ha postulado para ello con este disco ya editado. Anunció su presencia en Rock Imperium para cancelarla poco después y, de momento, no hay gira de presentación del disco.

¿Qué queremos decir? Que si se hubiera dedicado a sus negocios y se hubiera callado habría mantenido su indudable valor intacto. De hecho, en el disco demuestra que era parte fundamental del sonido más clásico de Priest, pero lo hace volviéndose a equivocar.

No es necesario repetir la palabra Priest, e incluso sacerdote, 1000 veces en un disco. Tampoco le hace ninguna falta dar pinceladas de riffs como el de "Metal meltdown" o incluir el de "The Sentinel" para confirmar que es un guitarrista único. Lo mismo le pasa a Ripper Owens. En el momento que se sale del registro de Halford aburre.

¿Significa esto que es un mal disco? Ni muchísimo menos. Trallazos como "Sermons of the sinner", "Hellfire Thunderbolt", "Wild and free" (con ese toque a lo Point of entry) o "Brothers of the road" son más que suficientes para conquistar a cualquier amante del género. Por elegir un tema, nos quedaríamos con "Hail for the priest" por meter pinceladas de death técnico en sus riffs.

Ojalá en el segundo disco que ya preparan se olviden de los tics y desarrollen su estilo sin complejos y sin mirar atrás. Hemos ganado una enorme banda de metal de siempre que lo tiene todo para triunfar. ¿Lo hará?.