El tema título comienza con un riff bastante oscuro que le va dando paso a otro bastante potente y directo. Ronnie está tan en estado de gracia como el resto del grupo. Metal del siglo XXI, pero con una base que recuerda bastante a lo que vienen haciendo Judas Priest en estos últimos tiempos. El trabajo de Faulkner es impresionante.
"Dirty pig"
Tiene un riff que recuerda bastante a Black Sabbath, pero que va adquiriendo su propia personalidad. En este caso hay pinceladas de metal más moderno y estructuras más progresivas.
"White horse"
Sorprende con un teclado de lo más clásico que no tarda en desembocar en un riff muy potente con influencias de los 70. Es uno de los grandes cortes del disco gracias a una energía natural que supera cualquier expectativa. Nos quedamos con el riesgo que supone tirarse a la piscina con un tema de siete minutos donde se arriesga tanto. Los distintos pasajes instrumentales son para enmarcar.
"Downfall rising"
El arranque tranquilo en plan medio tiempo hace presagiar la avalancha sonora que se te viene encima a los pocos minutos. Otra vez está presente el estilo de Iommi en un corte que lo tiene todo para enamorarte: guitarreo, partes tranquilas, caña y un buen gusto digno de destacar. Enorme el equilibrio entre el heavy clásico y el hard rock.
"Dead man walking"
Desde el primer segundo sabemos, con esas escalas, que es un corte que nos va a aplastar con una energía tan innata como irresistible. Nos encanta la forma de afrontarlo y una melodía vocal que pone a prueba a Ronnie. Tiene incluso un adecuado toque comercial que lo convierte en imprescindible en los conciertos de la banda.
"Do or die"
Con ese título lo único que vas a tener es un corte que recuerda a los Priest de los 80, la máxima calidad y otro temazo que demuestra cómo se las gasta la banda.
"Blind leading the blind"
Buen ritmo, Ronnie tiene una melodía vocal sobresaliente, pero le falta algo a la canción al parecerse demasiado a las demás. Al menos el estribillo tiene bastante de hard rock de los 80, lo que se agradece.
"Ghost of you"
Al principio es casi un tema country que va adquiriendo potencia a medida que se convierte en el medio tiempo del disco. Tiene su interés.
"Bitter pill"
Regresa el modelo de riff marca de la casa parar darle forma a una canción que quizá no se distingue demasiado de las anteriores. Tiene algo, pero resulta prescindible.
"Lights out"
Es una fresca versión del clásico de UFO que les ha quedado bastante bien.
En definitiva, hay un puñado de cinco o seis temas que sirven para romper el hielo y para agradar. Lo malo es que la continuidad de la banda, teniendo en cuenta que en 2024 Priest editan disco y hacen gira, parece algo complicada. El disco promete bastante y gana con las escuchas. Recomendable para los que buscan algo nuevo, pero con el sabor de siempre.
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