Ian Anderson se propuso, hace ya más de dos años, editar la segunda parte del clásico de Jethro Tull Thick as a brick (1972). El veterano músico optaba por ofrecernos un gran disco, Thick as a brick 2, que contenía todos los elementos de una obra maestra y que luego había que llevar a los escenarios con un punto de los setenta pero sin olvidarnos de que estamos en el siglo XXI.
