Leído en la distancia, sorprende que hace 10 años el Loco ya afirmase que cualquier día nos mandaban una enfermedad o cualquier otra cosa los que mandan. Más todavía que ya quería grabar un nuevo disco de poesía al que le meterá mano cuando termine la gira de Diario de una tregua.
Pero lo importante es que más que Loquillo, quien habla en realidad es José María. Y lo hace sintiéndose engañado, vapuleado y casi un muñeco de feria en algunas situaciones que a punto estuvieron de terminar con su carrera o, como mínimo, con las ganas de seguir en la música.
Por ello, el libro es una opción perfecta para acercarse más a su figura, para pensar si se está de acuerdo, o no, con su postura y para tener algo más claro cuáles son los duros cimientos sobre los que se sigue sosteniendo la única estrella de rock europea que nos queda.
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