Ozzy sorprendía hasta a sus propios músicos al grabar este disco en una semana con Chad Smith, Duff McKagan, Slash y su productor. Te comentamos el contenido de este regreso en la noticia extendida.
Straight to hell
Fue uno de los temas de adelanto y nos sorprendió gratamente. Caña pura y dura, un riff asesino, la distorsión a tope y un Ozzy en plenitud nos lleva de la mano hacia el interior de un corte tan moderno como clásico al mismo tiempo. Enorme tema de apertura.
All my life
Me recuerda a los temas de los primeros discos de Ozzy, tiene un toque muy de los 80, pero la parte más cañera del estribillo te lanza contra el rock de siglo XXI con eficacia. Enorme el equilibrio sonoro entre las dos vertientes de Ozzy. Nos parece un temazo.
Goodbye
Al principio nos recuerda un poco a "Diary of a madman", aunque luego la canción coge su propio camino hacia la revolución sonora. Su riff es muy Sabbath y el desarrollo es poderoso. Sus variados matices sonoros y los cambios de ritmo la convierten en una de las mejores canciones del disco.
Ordinary Man
El tema que le da título al disco nos parece glorioso también por la colaboración de Elton John. Es otro de esos singles con toques del siglo pasado que nos ha sorprendido gratamente.
Under the graveyard
Recoge todos los elementos de los grandes discos de Ozzy. Un buen riff, partes lentas, un estribillo potente y una pincelada épica digna de mencionar. No se le puede pedir más.
Eat me
Enorme la línea de bajo, la mala leche de Ozzy cantando y su riff machacón. Es otro de esos cortes que parecen de relleno, pero que termina entrando en tu cabeza a la primera.
Today is the end
Melodía similar a la del corte anterior, pero lo que comienza como medio tiempo no tarda en convertirse en una bola de nieve que va creciendo hacia un estribillo melódico que no tardarás en tararear. Brillante.
Scary little green men
Es otra de las grandes gemas que esconde el disco. Su inicio es lento y acústico, pero Ozzy revienta el corte en un estribillo glorioso. De nuevo la melodía gana la partida.
Holy for tonight
Es un corte lento, Ozzy canta como lo hacía con Black Sabbath y el corte tiene algunas pinceladas de "Planet Caravan". Otro magnífico estribillo para esta especie de balada que llega directa al corazón.
It´s a raid
La distorsión a tope, la bronca sonora, la furia, los límites del rock destrozados y un Ozzy más fiero que nunca sorprende en otra de las mejores canciones del disco. Su fuck you all final es sintomático.
Take what you want
Este corte fue el que se marcó Ozzy con Post Malone. La verdad es que escuchado de nuevo sigue sin entrar a la primera, más que nada por los ritmos, pero una mala tarde la tiene cualquiera.
Resumiendo, el disco está bastante bien y puede convertirse en uno de los mejores de Ozzy en solitario. Lo mejor es que ya está pensando en grabar otro en breve por lo que podremos comparar, y comprobar, si el príncipe de la oscuridad sigue, o no, en plena forma. Recomendable.
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