Se entiende por bien proindiviso aquel que no se puede dividir entre los distintos propietarios del mismo. Como ya habrán imaginado, en la mayoría de los casos estamos hablando de un piso, apartamento o casa que se ha recibido en herencia, o bien tras un divorcio, y que tiene varios dueños. El problema surge cuando uno de esos propietarios quiere vender su parte y otros no.
Lo primero que hay que tener claro es que el bien es proindiviso cuando así se reconoce en el registro de la propiedad. Es decir, hasta que los propietarios no firmen este documento no existiría tal problema. ¿Qué ocurre si uno de los dueños quiere vender su parte? Pues que tiene todo el derecho a hacerlo y que la ley le asiste. Cualquier propietario puede vender un bien a un tercero sin incurrir en delito alguno.
No hay que pensar en qué parte le corresponde a ese nuevo propietario sino en que el vendedor logrará varias ventajas fiscales así como la ruptura de ese bien. O lo que es lo mismo, se quitará un problema de encima. Hay empresas especializadas en este tipo de adquisiciones que, tras llegar a un acuerdo con el resto de propietarios, lleva a cabo la compra para después beneficiarse de la parte correspondiente cuando la posesión se venda.
Para la mayor parte de personas esta es la solución. Así se consigue fácilmente dejar de verse las caras con el resto de copropietarios, ir al abogado a tener reuniones interminables y seguir pagando impuestos. Piense en su futuro y opte por lo arriba expuesto si considera que es la solución a su problema. De lo contrario podría seguir como hasta ahora hasta el fin de los tiempos. Confíe en nuestros servicios. Estaremos encantados de atenderle y de solucionarle tan complicado problema. Haga click aquí y comience a disfrutar de su dinero.
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