Black Sabbath tenían por delante varios retos a lo largo de este 2013. El primero de ellos era el de conseguir que su nuevo disco estuviera a la altura de sus clásicos. Como ya sabéis, 13 es una obra maestra que ha supuesto el primer número 1 de la banda en Estados Unidos, y otros países del mundo, y que podría significar el que les concedieran varios premios Grammy.
El segundo reto de la banda era integrar las nuevas canciones en el repertorio de clásicos a los que nos tienen acostumbrados. Para ello había que esperar a la monumental gira que les ha llevado por todo el mundo en 2013 y que hará lo propio a partir de junio de 2014. Este trabajo en directo supone la confirmación de que Black Sabbath no son sólo pasado.
Y no lo son porque aunque podrían haber optado por hacer una grabación de un concierto con muchos más medios y en un lugar mucho más grande no ha sido así. El escenario tiene grandes pantallas de vídeo pero es tan pequeño, o casi, como el de aquel VHS de la gira de Never say die. La complicidad entre los miembros del grupo es casi mágica y tanto Butler como Iommi se esfuerzan por refrescar los clásicos del grupo con nuevas formas de afrontar los solos de guitarra o de bajo.
En lo que a la integración de las nuevas canciones al repertorio sólo podemos deducir dos cosas fundamentales. La primera es que la producción de Rick Rubin no estaba a la altura de los temas, como se demuestra en sus versiones en directo, y la segunda es que "Loner", "Methademic", "End of the beginning" (donde Ozzy se adelanta un poco al final) y "God is dead?" están ya a la altura de otros temas del grupo.
Es de agradecer que metan temazos como "Into the void" y "Behind the wall of sleep" así como las versiones instrumentales de "Symptom of the universe" y "Sabbath bloody sabbath". Gran directo y gran DVD/Blu-ray para comprobar el gran estado de forma de una banda insustituible e irrepetible.
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